Descripción |
Francesca Gargallo empezó a reconocerse como feminista en temprana edad. La dinámica de opresión de las mujeres fue la clave que le permitió entender la sociedad y luchar en contra de todo tipo de injusticias. Su amor por América Latina nació a los 23 años. Cuando en 1980 llegó a Nicaragua conoció el entusiasmo revolucionario, pero también “muchísimo machismo”. Había salido de Italia empujada por un sentimiento internacionalista que en esta época movió muchos jóvenes a conocer y apoyar la revolución sandinista nicaragüense. Sin embargo, después de un año decidió dejar el país pues no soportaba que el machismo fuera defendido por los revolucionarios: “Si te rebelabas en contra de las expresiones machistas te acusaban de ser una contrarevolucionaria”. |